Afueras
La ropa de punto ha ocupado desde hace mucho tiempo un lugar en el corazón y el armario de las mujeres. Su principal ventaja es la calidez, la suavidad y una comodidad incomparable.
La elegancia y el estilo son relevantes en todo momento. El armario de una mujer siempre debe incluir prendas clásicas. Son irremplazables.
Las primeras faldas aparecieron cuando la gente quería cubrirse el cuerpo desnudo. En aquella época, se trataba de un taparrabos de piel.
La moda moderna es fiel al sexo justo: hoy en día se puede usar cualquier cosa. La elección de muchas mujeres es una falda a rayas.
El estilo y la elegancia son importantes en todo momento. Por eso, la falda recta es popular entre la gente de piel clara.
Las faldas voluminosas alcanzaron su máximo esplendor en los años sesenta del siglo pasado. Hasta hace poco, esta prenda se consideraba irrelevante.
El armario de toda mujer debe tener algunas prendas básicas que combinen con casi cualquier atuendo. Un buen ejemplo de ello es el blanco.
Las prendas cortas siempre han provocado reacciones diversas: desagrado en algunas y admiración en otras. Esta temporada, la minifalda se ha convertido en todo un éxito.
El tul se inventó hace casi tres siglos. Anteriormente, los elegantes vestidos para bailarinas o novias se confeccionaban con malla. Hoy, la falda de tul ha vuelto a ponerse de moda.









