La historia de la falda, modelos icónicos de modistos famosos

Tipos

Las primeras faldas aparecieron cuando la gente quería cubrirse el cuerpo desnudo. En aquella época, se trataba de un taparrabos hecho de piel u hojas de palma. La curiosa historia de la falda cambió constantemente: en diferentes épocas, esta prenda se consideraba una prenda exclusiva del vestuario masculino o femenino, y sus estilos, longitudes y métodos de decoración cambiaron. Hoy en día, las faldas son usadas solo por mujeres (sin contar el kilt escocés); la forma y la longitud dependen únicamente del gusto personal.

Evolución del taparrabos a la crinolina

La historia de las faldas se remonta al tercer milenio a. C. En Mesopotamia, la gente usaba prendas de lana o tela de varios niveles. Solían adornarse con flecos. En países cálidos, se usaban hojas de palma en lugar de lana y tela. También existían faldas en el Antiguo Egipto: se llamaban schenti y eran una pieza de tela que se envolvía alrededor de las caderas. Esta venda se sujetaba con una cuerda o cordón. La longitud del schenti dependía del estatus: cuanto más noble era el hombre, más larga era. Entre los modelos destacaban las siguientes variedades:

  • schenti (ropa faraónica) de lino o algodón fino y blanqueado;
  • Las faldas elaboradas con materiales naturales y en colores naturales estaban destinadas a los artesanos;
  • Los esclavos usaban pequeñas vendas hechas de tela áspera o cuero.

En la antigüedad, la ropa de colores era una rareza: sólo las personas muy ricas podían permitírsela: sacerdotes, terratenientes, cortesanos.

La riqueza masculina también se destacaba mediante las decoraciones de su cinturón. Los faraones usaban un delantal plisado sobre el schenti. Cabe destacar que dicha falda era una prenda exclusiva para los hombres. Las mujeres de la época usaban principalmente vestidos o sarafanes (kalaziris).

Los antiguos persas vestían atuendos que recordaban a una falda acampanada moderna. Y para mayor comodidad al montar, la ataban entre las piernas con un cinturón, que posteriormente sirvió como prototipo de los pantalones bombachos.

Las primeras faldas de medio sol de la historia se consideran modelos de antiguos guerreros.

Las damas de los siglos XVII y XVIII debían llevar hasta 50 kilos de ropa, y moverse con ella requería entrenamiento y cierta destreza. A las niñas se les enseñaba a usar vestidos desde pequeñas. Para dar forma a las faldas o simplemente más volumen, se utilizaban diversos recursos:

  1. Alforja. Una estructura metálica. A veces se fabricaba con ramas de sauce y también con barba de ballena. Este dispositivo se inventó en Inglaterra en el siglo XVII para dar forma redonda u ovalada a la falda de una mujer.
  2. En Rusia, las alforjas se llamaban fizhmy.
  3. Crinolina. La evolución de las alforjas y los verdugos. Este modelo apareció en Francia en el siglo XIX y consistía en una enagua de tela rígida o una falda con aros de metal, madera o ballena. Las primeras crinolinas se confeccionaban con tela rellena de crin para darle rigidez. El propósito de este dispositivo era darle forma de campana.
  4. Trenes: surgieron en la Edad Media y volvieron a ponerse de moda en el siglo XVIII. La longitud del tren podía utilizarse para determinar el estatus social de una persona. Por ejemplo, el tren de Catalina la Grande medía 70 metros de largo y 7 metros de ancho. Durante la coronación, fue llevado por cincuenta pajes.
  5. El polisón es una invención del siglo XIX. Se colocaba un rollo o cojín debajo de la falda, en la espalda, para crear una silueta en forma de S. Algunas damas, tan ansiosas por lucir a la moda, exageraban el tamaño de este rollo y se convertían en objeto de burla y caricaturas.

Las guerras y las revoluciones acabaron con las faldas voluminosas: la principal exigencia de la ropa era la comodidad. Además, había escasez de tela.

Miriñaque
Bullicio
Tren

Metamorfosis rápidas del siglo XX

En el siglo XX, la moda de las monturas pasó y apareció la "falda con alas". Su origen se remonta al primer vuelo de una mujer en avión. En el diseño del avión inventado por los hermanos Wright, la pasajera se situaba entre las alas. Durante el vuelo, la ropa femenina ostentosa habría dificultado la tarea del piloto. Por lo tanto, la joven simplemente ató el dobladillo con una cuerda. El diseñador de moda Paul Poiret vio una foto de este evento. Esta foto lo inspiró a crear un modelo estrecho en la parte inferior, llamado "falda con alas", ya que resultaba completamente incómodo para caminar.

La longitud de las faldas en el siglo XX estuvo muy influenciada por el teatro y la danza. A principios de siglo, el tango estaba de moda. Poco después, el charlestón y el rock and roll se popularizaron. Bajo su influencia, aparecieron las seductoras aberturas y la ropa se acortó.

La famosa Coco Chanel predijo que el largo de la falda no llegaría por encima de las rodillas. Pero en los años 60, Mary Quant irrumpió en la moda mundial con la creación del modelo mini. Durante las décadas siguientes, el desarrollo de la industria de la moda llevó a que las faldas se acortaran y alargaran. Hoy, cualquier mujer tiene la oportunidad de elegir el largo que más le guste.

Historias de la creación de modelos icónicos

La historia cuenta con numerosos modelos de faldas que se han vuelto legendarios: rectas, abullonadas, de sol y de medio sol, mini y maxi. Todas surgieron gracias a talentosos diseñadores de moda como Coco Chanel, Mary Quant y Christian Dior.

Derecho

La falda recta apareció durante la Primera Guerra Mundial. Debido a la escasez de tela y por razones prácticas, las faldas largas comenzaron a acortarse y ajustarse. Coco Chanel contribuyó a la apariencia del modelo. En la década de 1920, mejoró la falda de lamé, haciéndola recta y acortándola hasta las rodillas. En la década de 1940, Christian Dior creó un éxito mundial: la falda tubo. Empezó a usarse con corsés, que volvieron a ponerse de moda, blusas ajustadas o suéteres. Este modelo, que se ajustaba seductoramente a las caderas, fue usado por Marilyn Monroe, Grace Kelly, Audrey Hepburn y otras celebridades.

Sol

La creación del modelo sol se atribuye a la actriz y diseñadora de moda Julie Lynn Charlotte. Inspirada por el nuevo look de Christian Dior, ideó una falda muy fácil de coser: se corta un círculo con una abertura en el centro de un trozo de tela. Esta opción le sentó de maravilla a Charlotte, ya que no sabía coser nada. La falda se sujetaba con una goma elástica o un cinturón. Lo más destacado eran las aplicaciones de fieltro.

Se desconoce la historia exacta de la aparición de la falda de medio sol y su creador. Lo más probable es que se trate de una variante del modelo con vuelo. A diferencia de este, la falda de medio sol se crea a partir de un semicírculo y tiene una sola costura.

Tatiana

El origen del estilo de la falda, fruncida en la cintura y ensanchándose en la parte inferior, se remonta a la época de Pushkin: las chicas, al asistir a un baile, usaban vestidos con la parte inferior abullonada. Para añadir volumen, se usaban enaguas debajo, y el bajo se adornaba con volantes y encaje.

El nombre de la modelo está asociado al papel de Tatiana Larina en el ballet "Eugene Onegin" de 1965. Especialmente para esta heroína de Pushkin, Jürgen Rose creó un vestido con un top ajustado y una falda fruncida.

Las tatianas se cosen a partir de una pieza rectangular de tela. Anteriormente, se usaba un cordón o elástico para el cinturón. Pero los pliegues no siempre quedaban bien ajustados y podían desplazarse. Un cinturón con broche, que simplemente se cose a la parte superior de la falda, solucionó este problema.

Mini

En la década de 1960, Mary Quant, graduada de la escuela de arte, decidió crear ropa adecuada para niñas. En aquel entonces, no existía un estilo juvenil definido. Las niñas, al crecer, enseguida se ponían ropa similar a la que usaban sus madres. Mary quería algo diferente: libre, ligero, que no restringiera el movimiento. Y creó una minifalda. Al principio, la creación de Mary fue duramente criticada. Pero las jóvenes apreciaron rápidamente la innovación y pronto el modelo conquistó el mundo.

Con un tren

La moda de las colas largas fue introducida en el siglo XV por Agnes Sorel, amante del rey francés. Inicialmente, el dobladillo largo fue criticado e intentaron prohibirlo. Los clérigos llamaban a las colas "colas de bruja" y se negaban a absolver los pecados de las damas cuyos vestidos las llevaban. Pero ninguna prohibición pudo detener la expansión del dobladillo alargado. Muy pronto se convirtió en un atributo del vestuario de todas las damas de la corte. La longitud de la cola reflejaba el estatus de la persona: cuanto más alta, más largo el dobladillo.

Al llevar un modelo con cola, era fácil enredarse en los pliegues, por lo que a las niñas se les enseñaba desde pequeñas a moverse con esos vestidos.

Las faldas modernas también pueden tener cola. Claro que no alcanzan varios metros de largo; son modelos asimétricos más prácticos. Dejan las perneras estilizadas abiertas por delante y la parte alargada se encuentra en la parte trasera o lateral.

La moda de las faldas en Rusia

Las faldas aparecieron en Rusia en el siglo XIX; antes, se usaban vestidos camiseros, atados con un cinturón, o sarafanes. El prototipo de los primeros modelos fue la poneva: tres piezas de tela que podían coserse total o parcialmente. Esta prenda tenía forma rectangular y se sujetaba con un cordón al cinturón, sobre la que se colocaba un delantal.

La poneva era usada únicamente por mujeres casadas o niñas que habían alcanzado la edad adulta, como señal de que podían ser emparejadas.

La falda, como elemento independiente, llegó a las aldeas rusas procedente de las ciudades a mediados del siglo XIX. Y como en aquella época las mujeres regordetas eran consideradas hermosas, las chicas usaban varias faldas a la vez para parecer más rellenitas.

Durante la Unión Soviética, los modelos hasta la rodilla o más largos eran populares. Las faldas más cortas se consideraban indecentes y la industria textil no las fabricaba. Las faldas de largo clásico se usaban como parte de los uniformes femeninos, por ejemplo, para el personal militar.

La falda moderna presenta muchas variantes. Varía en forma y largo. En las colecciones de diferentes diseñadores se pueden ver estilos clásicos, como la falda lápiz o la de campana. Se crean nuevas versiones basadas en ellas. Cada temporada, las tiendas renuevan sus estanterías con nuevos modelos con una variedad de estilos decorativos. Esta amplia gama permite a cada mujer encontrar la falda que mejor se adapte a su figura y estilo.

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